En lo que se considera un Templo de la Música Tradicional en Cuba, la Casa de la Trova, en esta ciudad, cantores y guitarristas recordaron ayer el aniversario siete de la visita del exBeatle, Paul McCartney.
De manera inesperada, el 14 de enero de 2000, McCartney estuvo alrededor de seis horas en esta ciudad suroriental de Cuba, en lo que ha constituido la única ocasión en que un integrante del mítico cuarteto inglés The Beatles, ha pisado tierra cubana.
No fueron los rockeros santiagueros, sino los hacedores de la música tradicional quienes hicieron el homenaje: El conocido guitarrista Gabino Jardines, el Dúo Cohíba (Jorge Larduet y Gaspar Jiménez), el excelente guitarrista José Luis Losada (Sones de Oriente), Hermes Martínez, el chelista Alexis Chovén, la vocalista Yaína Téllez, la trovadora Cheli y el percusionista Reynaldo Lafargue, unieron sus voces y cuerdas y cantaron piezas tradicionales y números antológicos de The Beatles.
Rubén Gómez Neyra y Eduardo Milanés, director y promotor cultural de la Casa de la Trova, respectivamente, organizaron la velada para recordar la visita de McCartney a Santiago de Cuba, en 2000.
En aquella oportunidad, el creador de Yesterday, la canción más difundida en el mundo, llegó a esta ciudad junto con sus dos hijos, en un pequeño avión particular, procedente de una isla del Caribe donde se recreaban.
En la antigua fortaleza española Castillo del Morro, que domina la entrada de la bahía de la ciudad, cerca del aeropuerto internacional Antonio Maceo, el músico escribió en el libro destinado a personalidades ilustres, en una combinación de español e inglés:
¡Viva la Revolution!
Después, McCartney y sus hijos almorzaron, vegetarianamente como es su costumbre, en el restaurante turístico adjunto al antiguo enclave militar español del Morro, a unos 10 kilómetros en el sur del centro de esta urbe.
Ya en la ciudad, el exBeatle recorrió una fábrica de habanos, sitios históricos, calles, y fue hasta la mundialmente famosa Casa de la Trova, cerca de la Iglesia Metropolitana de la Catedral.
En una cuartilla encristalada y encuadrada, se conserva en la Casa de la Trova, la escritura de puño y letra del exBeatle: “Muchas gracias, señores y señoras y señoritas”, la firma de McCartney, y un pequeño rostro caricaturesco y sonriente, pintado por el músico al lado de rúbrica.
Una foto de The Beatles, otra de Paul McCartney y una breve reseña de la visita, completan el permanente y modesto recordatorio de la visita del cantante, alegorías colocadas hoy en un sitio prominente de la Casa de la Trova, junto con fotos de figuras que son emblemas de la música tradicional cubana: los trovadores y cantante Eliades Ochoa, Compay Segundo, Roberto Nápoles, Los Jubilados, las Hermanas Ferrín, la Familia Valera Miranda, el Septeto Santiaguero, Virgilio...
En Cuba, especialmente en esta ciudad y con notable orgullo en la Casa de la Trova, se recuerda cada enero la llegada aquí del exBeatle, en una visita que dejó boquiabiertos y celosos a todos los beatlemaníacos de Cuba.
Sin ser reconocido, McCartney llegó al filo de las 16:00 horas a los alrededores del Parque Céspedes, el corazón urbano de esta ciudad. Caminó por las calles santiagueras acompañado de sus dos hijos y al entrar en la Casa de la Trova, compró en la tienda anexa, alrededor de 15 CD de música tradicional, entre estos de Eliades Ochoa, de quien inquirió: “¿Este es el señor del Grammy?”.
Para ese momento, la presencia del exBeatle ya era conocida y fue una conmoción entre los presentes. Escuchó al conjunto Moneda Nacional, que interpretaba música tradicional cubana, escribió el saludo referido que se conserva, firmó algunos autógrafos, marcó con las manos el ritmo de la clave cubana, agradeció el recibimiento y se marchó.
Poco antes de las 18:00 horas, McCartney partió de regreso, después de un pequeño homenaje que le brindaron los trabajadores del aeropuerto en el salón VIP de la terminal aérea, incluida una colección del mundialmente conocido ron cubano Havana Club.
La Casa de la Trova en Santiago de Cuba es uno de los sitios de Cuba más conocido internacionalmente, porque allí desde principios del siglo XX se reúnen trovadores y bohemios, en medio de actuaciones informales, para hacer la mejor música tradicional.
Según el operador turístico que trajo a McCartney a Cuba, él le propuso al músico inglés visitar en Cuba una ciudad musical por excelencia. El exBeatle preguntó: “¿La Habana?” y el guía respondió: “Santiago de Cuba, una ciudad donde hasta las calles hacen música”.
McCartney a punto de abordar el pequeño avión en la pista del aeropuerto santiaguero, aseguró que le había encantado la ciudad y su gente y que podían tener la seguridad de que volvería.
Siete años después, los amantes de la música de The Beatles, o simplemente quienes reconocen en McCartney a un genio y a una leyenda vivientes del pentagrama mundial, esperan ansiosos en Santiago de Cuba, que se cumpla la promesa que hizo Paul de volver a la cuna del son y el bolero cubanos, y de Miguel Matamoros: Santiago de Cuba.
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