domingo, 6 de enero de 2008

Duras críticas recibe el 'docudrama' sobre el asesino de John Lennon

La crítica se ensañó hoy con el filme documental 'The Killing of John Lennon' que relata la obsesión de Mark David Chapman, el hombre que mató al integrante del grupo inglés The Beatles en una zona de Manhattan, Nueva York, el 8 de diciembre de 1980.


El docudrama dirigido por Andre Piddington busca explotar la figura del hombre que fuera el líder del grupo, y que junto a Paul McCartney, compusiera la mayoría de sus canciones, según la publicación especializada The Hollywood Reporter.'The Killing of John Lennon', estrenado hoy de forma exclusiva en el Centro IFC de Nueva York, 'carece de la profundidad que pudiera justificar su existencia', agrega.La película cubre casi toda la historia de Chapman, incluyendo su casamiento en Honolulu, sus viajes a Nueva York y su obsesión por la novela 'The Catcher in the Rye', una obra representativa de la literatura contemporánea de Estados Unidos.También expone la indignación de Chapman contra Lennon al que consideraba un hipócrita, y muestra lo que ocurre tras el asesinato, incluyendo una sesión con un psiquiatra de la policía.Según The Hollywood Reporter, Piddington trata de mostrar el estado mental de Chapman con eficientes recursos estilísticos, incluyendo secuencias en la que este imagina el asesinato de una pareja homosexual.'Pero, a pesar de esos esfuerzos por dar un contexto psicológico para sus acciones, Chapman sigue siendo un enigma...cuyas motivaciones resisten explicación', según The Hollywood Reporter.La publicación tiene comentarios más amables para Jonas Ball, el actor que interpreta a Chapman y que con sus expresiones faciales y monosílabos proporciona un cuadro 'aterrador' del asesino, señala.La crítica del diario The New York Times es mucho más drástica y aunque afirma que se trata de un filme bien hecho, también es 'una decepción total'.Stephen Holden, crítico del diario afirma que aunque la película no pide que el espectador sienta simpatía por Chapman sí lo obliga a pasar casi dos horas en su desagradable compañía.'Eso es pedir demasiado', manifiesta Holden.'Con su grandiosidad, su narcisismo, sus alucinaciones y sus bruscos cambios de ánimo, Chapman aparece como un estúpido del que uno huiría a los pocos minutos de entablar una conversación con él en un bar', señala.The New York Times también se refiere positivamente a la interpretación de Ball al manifestar que 'captura el servilismo y la astucia' de gente como Chapman.

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