sábado, 28 de abril de 2012

James McCartney

De repente, James está en todas partes. Bromeando con David ­Letterman en la tele, bailoteando con Kate Moss en alguna fiesta, dándose un baño de celebridad en el Viper Room de Los Ángeles o actuando en The Cavern, en Liverpool, donde los Beatles echaron los dientes. Asume a trompicones las maneras de una estrella del rock.



 


P.D. de JPGR™: Viendo y oyendo esto, casi prefiero que los hijos no monten ninguna banda.

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