“Es basura”, dijo John Lennon sobre la biografía escrita por Hunter Davies en
1968, la única de carácter autorizado que existe sobre el cuarteto. Por esos
días -a mediados de los años 70-, el compositor de Imagine aprovechaba todas las
opciones para disparar sobre su ex banda. Davies no se hace mala sangre. “Es
más: me gusta pensar que lo conozco, considerando que venimos del mismo lugar
del mundo y de escuelas similares”, dice el autor desde Inglaterra para La
Tercera.
Davies lo entiende así ahora, tras haber pasado años sumergido en la correspondencia del músico británico asesinado en 1980. Y lo comprende mejor tras publicar el más reciente anexo a la bibliografía sobre The Beatles, Las cartas de John Lennon.
“Amoroso, odioso, divertido, abusivo, vulgar, astuto”, enumera sobre el músico. La lista sigue, pero la idea ya está clara, cuenta el escritor: “Lo que más me sorprendió fue su lado nostálgico y sentimental”. Davies cita las cartas que John Lennon escribió a su prima Leila, que entre dibujos, palmeras dibujadas con un lápiz verde, revelan la ternura que el artista conservaba aún en su época más ácida, durante su residencia en Nueva York. Escribía, divertido: “Apuesto que viviré hasta convertirme en un viejo añejo”.
Son cerca de 300 documentos, muchos inéditos, a los que Davies tuvo acceso y que pudo anotar, ordenar y compartir bajo autorización de la viuda de Lennon, Yoko Ono. “Ella posee los derechos de autor, entonces necesitaba su permiso para publicar cualquier cosa realizada por John. Bien podría haber censurado estas cartas, pero no sacó ni una letra ni palabra”, asegura.
El volumen fue publicado originalmente en octubre de 2012 y la versión en español -a cargo de Libros Cúpula- apareció hace dos semanas en España. A mediados de marzo llegará a librerías nacionales, pese a que ya está disponible en algunas tiendas vía importación directa.
Un tipo celoso
Davies repara en el lado amable de Lennon, pero también, en su carácter volátil. Una de sus explosiones más célebres es una carta dirigida a su dupla creativa, Paul McCartney, y a su esposa, Linda, en 1971, cuando Los Beatles ya eran historia. “Espero que te des cuenta de toda la mierda que tú y el resto de mis amables y desinteresados amigos habéis lanzado contra Yoko y contra mí desde que estamos juntos”, escribe Lennon en esas líneas. Davies presenció la primera vez que la japonesa entró al estudio de Abbey Road y puede dar fe que los demás Beatles descueraban a su segunda esposa desde una habitación contigua. “Detrás de esta bronca contra Paul estaba su amor por Yoko. (Lennon) estaba furioso porque tenía la seguridad que ella era atacada, odiada y subestimada. Así es que la defendió. Pero hay que recordar esto: yo no creo que la carta de la bronca haya sido alguna vez enviada. Era sólo un borrador”.
Eso no impidió que cualquier papel con la firma de Lennon fuera inflando su precio. En diciembre, una nota dirigida a Eric Clapton fue subastada por 16 millones de pesos. “Encontrar a la gente que tuviera cartas fue lo más complicado, pero una vez que lo hice casi todos fueron solidarios y me permitieron copiar sus tesoros. Sólo una persona -un dealer- quiso mantener su carta en privado, pensando subirá su valor”.
Posdata
Más diplomático se muestra Lennon durante uno de los conflictos que marcaron el fin de la banda: en 1970, McCartney programó el lanzamiento de su primer álbum solista cerca de la fecha en que los ya extintos The Beatles publicarían su última colección de canciones, Let it be. “Hemos pensado mucho en tu LP y el de los Beatles y creemos que es estúpido que Apple lance dos grandes álbumes con siete días de diferencia (…). Sentimos que todo haya sido así”, dice la carta. Según apunta el investigador, McCartney y Lennon “habían arreglado su relación hacia los últimos días y volvieron a ser amigos, si bien no tan cercanos ni en la misma vieja forma”.
El lunes se cumplieron 50 años desde que The Beatles registraron su primer largaduración, Please please me. Pero las cartas no aportan mucho sobre esas 10 horas esenciales. “No hay mayores revelaciones”, precisa el autor, “pero permite apreciar la personalidad y carácter de Lennon. Me sorprendió que hacia el final de su vida, aún era un hombre inmerso en una búsqueda”.
McCartney tiene una copia del tomo, pero ha guardado silencio. “Me acerqué a él cuando estaba haciendo este trabajo. Me dijo que tenía dos cartas, pero que eran demasiado personales”, recuerda el autor. Con Eric Clapton -colaborador de Lennon en la época de la Plastic Ono Band- fue aún más anecdótico: “Lo contacté por una carta -o al menos, por una nota que estaba dirigida hacia él- pero no hubo forma que se acordara”.
El trabajo llega al extremo de reproducir una nota de tintorería -una de las últimas anotaciones antes de morir-, pero pese a lo exhaustivo del esfuerzo, la veta Beatles está todavía lejos de agotarse. Davies ya está inmerso en su siguiente proyecto: la recopilación de todos los borradores desde los cuales se armó el cancionero de los fab four: “Estoy trabajando en The Beatles lyrics, que a través de los manuscritos originales de sus canciones contará la historia de su música. Hasta ahora, tengo 100 de ellos. Los más tempranos -los que son antes de 1964- son los más difíciles de rastrear”.
Davies lo entiende así ahora, tras haber pasado años sumergido en la correspondencia del músico británico asesinado en 1980. Y lo comprende mejor tras publicar el más reciente anexo a la bibliografía sobre The Beatles, Las cartas de John Lennon.
“Amoroso, odioso, divertido, abusivo, vulgar, astuto”, enumera sobre el músico. La lista sigue, pero la idea ya está clara, cuenta el escritor: “Lo que más me sorprendió fue su lado nostálgico y sentimental”. Davies cita las cartas que John Lennon escribió a su prima Leila, que entre dibujos, palmeras dibujadas con un lápiz verde, revelan la ternura que el artista conservaba aún en su época más ácida, durante su residencia en Nueva York. Escribía, divertido: “Apuesto que viviré hasta convertirme en un viejo añejo”.
Son cerca de 300 documentos, muchos inéditos, a los que Davies tuvo acceso y que pudo anotar, ordenar y compartir bajo autorización de la viuda de Lennon, Yoko Ono. “Ella posee los derechos de autor, entonces necesitaba su permiso para publicar cualquier cosa realizada por John. Bien podría haber censurado estas cartas, pero no sacó ni una letra ni palabra”, asegura.
El volumen fue publicado originalmente en octubre de 2012 y la versión en español -a cargo de Libros Cúpula- apareció hace dos semanas en España. A mediados de marzo llegará a librerías nacionales, pese a que ya está disponible en algunas tiendas vía importación directa.
Un tipo celoso
Davies repara en el lado amable de Lennon, pero también, en su carácter volátil. Una de sus explosiones más célebres es una carta dirigida a su dupla creativa, Paul McCartney, y a su esposa, Linda, en 1971, cuando Los Beatles ya eran historia. “Espero que te des cuenta de toda la mierda que tú y el resto de mis amables y desinteresados amigos habéis lanzado contra Yoko y contra mí desde que estamos juntos”, escribe Lennon en esas líneas. Davies presenció la primera vez que la japonesa entró al estudio de Abbey Road y puede dar fe que los demás Beatles descueraban a su segunda esposa desde una habitación contigua. “Detrás de esta bronca contra Paul estaba su amor por Yoko. (Lennon) estaba furioso porque tenía la seguridad que ella era atacada, odiada y subestimada. Así es que la defendió. Pero hay que recordar esto: yo no creo que la carta de la bronca haya sido alguna vez enviada. Era sólo un borrador”.
Eso no impidió que cualquier papel con la firma de Lennon fuera inflando su precio. En diciembre, una nota dirigida a Eric Clapton fue subastada por 16 millones de pesos. “Encontrar a la gente que tuviera cartas fue lo más complicado, pero una vez que lo hice casi todos fueron solidarios y me permitieron copiar sus tesoros. Sólo una persona -un dealer- quiso mantener su carta en privado, pensando subirá su valor”.
Posdata
Más diplomático se muestra Lennon durante uno de los conflictos que marcaron el fin de la banda: en 1970, McCartney programó el lanzamiento de su primer álbum solista cerca de la fecha en que los ya extintos The Beatles publicarían su última colección de canciones, Let it be. “Hemos pensado mucho en tu LP y el de los Beatles y creemos que es estúpido que Apple lance dos grandes álbumes con siete días de diferencia (…). Sentimos que todo haya sido así”, dice la carta. Según apunta el investigador, McCartney y Lennon “habían arreglado su relación hacia los últimos días y volvieron a ser amigos, si bien no tan cercanos ni en la misma vieja forma”.
El lunes se cumplieron 50 años desde que The Beatles registraron su primer largaduración, Please please me. Pero las cartas no aportan mucho sobre esas 10 horas esenciales. “No hay mayores revelaciones”, precisa el autor, “pero permite apreciar la personalidad y carácter de Lennon. Me sorprendió que hacia el final de su vida, aún era un hombre inmerso en una búsqueda”.
McCartney tiene una copia del tomo, pero ha guardado silencio. “Me acerqué a él cuando estaba haciendo este trabajo. Me dijo que tenía dos cartas, pero que eran demasiado personales”, recuerda el autor. Con Eric Clapton -colaborador de Lennon en la época de la Plastic Ono Band- fue aún más anecdótico: “Lo contacté por una carta -o al menos, por una nota que estaba dirigida hacia él- pero no hubo forma que se acordara”.
El trabajo llega al extremo de reproducir una nota de tintorería -una de las últimas anotaciones antes de morir-, pero pese a lo exhaustivo del esfuerzo, la veta Beatles está todavía lejos de agotarse. Davies ya está inmerso en su siguiente proyecto: la recopilación de todos los borradores desde los cuales se armó el cancionero de los fab four: “Estoy trabajando en The Beatles lyrics, que a través de los manuscritos originales de sus canciones contará la historia de su música. Hasta ahora, tengo 100 de ellos. Los más tempranos -los que son antes de 1964- son los más difíciles de rastrear”.
por Marcos Moraga
Fuente: http://www.latercera.com
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