Es difícil imaginar hoy en día la época en que apenas y se sabía quiénes eran los Beatles, o el hombre que se convertiría en Mohamed Ali.
Así eran las cosas cuando Robert Lipsyte se topó cara a cara con estas futuras leyendas hace 50 años.
The New York Times había designado Lipsyte, entonces un joven reportero, para cubrir la pelea de campeonato mundial de peso Completo entre el monarca Sonny Liston y el emergente Cassius Clay, quien después se cambiaría el nombre a Ali.
Apenas sabía quién era Clay, y mucho menos quiénes eran los cantantillos greñudos que se aparecieron en el gimnasio de Miami Beach cuando él se encontraba ahí.
"Yo no era un adolescente", dijo Lipsyte.
"Realmente no sabía quiénes eran los Beatles y mucho menos en lo que se convertirían".
Días antes habían aparecido en el popular programa de televisión "Ed Sullivan Show". Subían las escaleras del gimnasio en que entrenaba Ali cuando Lipsyte pasó junto a ellos.
"Eran bajitos, con abundante cabello y todos llevaban chamarras afelpadas", señaló Lipsyte.
"Estaban gritando y maldiciendo porque les dijeron que Ali no había llegado, y querían retirarse, pero estos tipos de seguridad que llevaban los condujeron escaleras arriba".
Lipsyte se los encontró en el vestidor del gimnasio y estaban molestos. Antes habían ido al gimnasio en que entrenaba Liston, pero el boxeador se había negado a fotografiarse con ellos.
El reportero se presentó y les pidió sus pronósticos. Los cuatro opinaron que Liston iba a noquear en el primer round.
Esperaron entre 10 y 15 minutos, con los Beatles quejándose todo el tiempo.
"Repentinamente alguien abrió la puerta de golpe y ahí estaba él. Como que brillaba, se estaba riendo, y dijo: "Vamos Beatles, vamos a ganar dinero".
Y vaya que ganaron dinero.
En las fotos que se volvieron legendarias, Clay aparece noqueando a los Beatles como si fueran fichas de dominó, y parado en el ring con todos ellos desperdigados en la lona.
Todo como si lo hubieran ensayado antes, apuntó Lipsyte.
"Se carcajearon hasta hartarse y después se retiraron en su limusina", añadió.
"Cassius empezó entonces a entrenar frente a las personas que pagaban 50 centavos por entrar a verlo".
Después de la sesión, Clay regresó al vestidor para un masaje y Lipsyte lo siguió. Clay lo reconoció de cuando lo encontró con los Beatles en el vestidor, y le lanzó la pregunta:
"¿Quiénes eran esos debiluchos?".
Clay derrotaría a Liston y se convertiría en una de las más grandes glorias deportivas de la humanidad como Mohamed Ali, y Lipsyte se transformaría en una leyenda del periodismo deportivo estadounidense.
¿Y en qué acabaron los Beatles? A ellos también les acabó yendo muy bien.
Así eran las cosas cuando Robert Lipsyte se topó cara a cara con estas futuras leyendas hace 50 años.
The New York Times había designado Lipsyte, entonces un joven reportero, para cubrir la pelea de campeonato mundial de peso Completo entre el monarca Sonny Liston y el emergente Cassius Clay, quien después se cambiaría el nombre a Ali.
Apenas sabía quién era Clay, y mucho menos quiénes eran los cantantillos greñudos que se aparecieron en el gimnasio de Miami Beach cuando él se encontraba ahí.
"Yo no era un adolescente", dijo Lipsyte.
"Realmente no sabía quiénes eran los Beatles y mucho menos en lo que se convertirían".
Días antes habían aparecido en el popular programa de televisión "Ed Sullivan Show". Subían las escaleras del gimnasio en que entrenaba Ali cuando Lipsyte pasó junto a ellos.
"Eran bajitos, con abundante cabello y todos llevaban chamarras afelpadas", señaló Lipsyte.
"Estaban gritando y maldiciendo porque les dijeron que Ali no había llegado, y querían retirarse, pero estos tipos de seguridad que llevaban los condujeron escaleras arriba".
Lipsyte se los encontró en el vestidor del gimnasio y estaban molestos. Antes habían ido al gimnasio en que entrenaba Liston, pero el boxeador se había negado a fotografiarse con ellos.
El reportero se presentó y les pidió sus pronósticos. Los cuatro opinaron que Liston iba a noquear en el primer round.
Esperaron entre 10 y 15 minutos, con los Beatles quejándose todo el tiempo.
"Repentinamente alguien abrió la puerta de golpe y ahí estaba él. Como que brillaba, se estaba riendo, y dijo: "Vamos Beatles, vamos a ganar dinero".
Y vaya que ganaron dinero.
En las fotos que se volvieron legendarias, Clay aparece noqueando a los Beatles como si fueran fichas de dominó, y parado en el ring con todos ellos desperdigados en la lona.
Todo como si lo hubieran ensayado antes, apuntó Lipsyte.
"Se carcajearon hasta hartarse y después se retiraron en su limusina", añadió.
"Cassius empezó entonces a entrenar frente a las personas que pagaban 50 centavos por entrar a verlo".
Después de la sesión, Clay regresó al vestidor para un masaje y Lipsyte lo siguió. Clay lo reconoció de cuando lo encontró con los Beatles en el vestidor, y le lanzó la pregunta:
"¿Quiénes eran esos debiluchos?".
Clay derrotaría a Liston y se convertiría en una de las más grandes glorias deportivas de la humanidad como Mohamed Ali, y Lipsyte se transformaría en una leyenda del periodismo deportivo estadounidense.
¿Y en qué acabaron los Beatles? A ellos también les acabó yendo muy bien.
Tim Dahlberg
Fuente: http://www.am.com.mx
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