lunes, 10 de marzo de 2014

John Lennon y su armónica

 
Cuando se habla del sonido rocanrolero de Los Beatles casi nunca se subraya la importancia que tuvo la armónica en la fórmula triunfadora del cuarteto. Sin embargo, muchos de los éxitos iniciales del grupo incluyeron las brillantes ejecuciones de John Lennon con ese pequeño instrumento de viento que merece un reconocimiento mayor en la historia musical del grupo.
La armónica fue el primer instrumento que Lennon aprendió a tocar. Cuando era apenas un niño su mamá lo dejó bajo el cuidado de su hermana Mimí y su esposo George Smith. Dado que el pequeño John mostraba inclinación hacia la música, George le compró una armónica que el niño pronto aprendió a ejecutar con habilidad. Ese aprendizaje se convertiría después en un factor determinante en los éxitos iniciales de Los Beatles. Por ejemplo, “Love Me Do”, el primer éxito del grupo —grabado el 5 de octubre de 1962—, comienza con una excitante introducción de armónica tocada por John.
Desde siempre la armónica ha tenido importantes connotaciones y usos dentro la música popular, ya sea en la tradición del blues, en el folk y también en la música country. Por ello tiene una presencia lógica en el sonido pionero y básico del rock and roll.
La armónica tiene muchas cualidades: es barata, sobre todo si la comparamos con otros instrumentos rocanroleros; es relativamente fácil de tocar, y con ella se tiene la garantía de que las notas siempre suenan afinadas, cosa que no sucede con la guitarra, el bajo y demás. La armónica es portátil y ocupa poco espacio. Todo esto la convierte en un magnífico recurso que da variedad y espectacularidad a las canciones, especialmente para un grupo con poco dinero, tiempo limitado y escasa habilidad técnica.
Otras canciones fundamentales de la etapa inicial de Los Beatles en las que Lennon tocó la armónica fueron: “Please Please Me”, “Chains”, “There’s a Place”, “From Me To You”, “Thank You Girl” y “I’ll Get You”.
Sin embargo, en las actuaciones en vivo la armónica presenta un problema: se necesita un músico adicional para que la esté tocando mientras los demás cantan y tocan sus instrumentos. Por ello, en los conciertos y presentaciones de Los Beatles el instrumento brilló por su ausencia.
A partir de 1964 Los Beatles fueron abandonando el sonido de la armónica. Los temas “I Should Have Known Better” y “I’m A Loser” casi pusieron fin a la presencia del instrumento en grabaciones. El álbum Sargento Pimienta, de 1967, tuvo notas de armónica en el tema “Being for the Benefit of Mr. Kite”. En el Yellow Submarine se escucha en el tema “All Together Now”. La última grabación en la que Lennon tocó la armónica fue para el tema “Rocky Racoon” del Álbum Blanco.
Hasta hoy, esas canciones donde la armónica tuvo presencia siguen conservando una magia especial: algo simple y esencial que nace de la combinación del aliento humano y las vibrantes laminillas de la armónica. Es la dulzura de la melancolía expresada por Los Beatles allá, en los lejanos años iniciales de su leyenda.

Jaime Almeida

Fuente: http://www.milenio.com


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