Quería dar las gracias a la vida por haber puesto a mi disposición a personas crueles, desagradecidas, a personas que jamás han creído en mi, a personas que me han odiado sin motivos, a unos padres ficticios, a una hermana inexistente, a amigos que no eran tales, a personas aprovechadas, a vecinos incompatibles con la convivencia. La vida me debe querer demasiado por darme estas lecciones gratis.
Gracias por presentarme a déspotas, engreídos, piojos resucitados, matones, drogadictos, alcohólicos ya que he aprendido realmente mucho de ellos. Lo único que nadie me ha enseñado es a odiar. Nadie lo conseguirá. Deseo que toda esta gente sea feliz, aunque lo dudo.
Gracias por presentarme a déspotas, engreídos, piojos resucitados, matones, drogadictos, alcohólicos ya que he aprendido realmente mucho de ellos. Lo único que nadie me ha enseñado es a odiar. Nadie lo conseguirá. Deseo que toda esta gente sea feliz, aunque lo dudo.
También quería agradecer a la vida ponerme delante a tres personas que sí han creído en mi y me han levantado cuando estaba en el suelo y me han sevido de apoyo. Sin todas estas personas y personajillos jamás habría conseguido ser quién soy, una persona con principios, fuerte y triunfante. Me enseñaron qué no se debe hacer y cómo me he de comportar.
El día que me toque irme lo haré con la mochila llena de apredizajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario