Durante un cuarto de siglo Josetxo Mayor ha trabajado de manera voluntaria limpiando y acondicionando los caminos del monte Ulia, en Donostia (Medalla al Mérito Ciudadano en 1995). A finales de septiembre, el Ayuntamiento de la ciudad le entregó un reloj como reconocimiento a su labor en un Pleno municipal.
Eso se ha contado muchas veces. Yo solía venir a Ulia, pero después de dejar un tiempo el monte volví y todos los caminos se encontraban cerrados. Entonces, me propuse ver hasta dónde era capaz de llegar abriendo los caminos. De eso hace 25 años.
Cuando se refiere a que los caminos estaban cerrados, quiere decir que la hierba había 'comido los caminos'.
Era mucho más que hierba: había maleza y de todo...
Cuando inició estos trabajos hace un cuarto de siglo, ¿cuál era la zona más degradada de Ulia?
Yo creo que estaba todo igual. Los caminos habían sido comidos. Bien comidos. Y después de limpiar las vías, empecé a hacer otro tipo de trabajos o arreglos. Cositas por aquí y por allá.
¿Con qué herramientas comenzó?
Yo comencé, como quien dice, con los dientes, sin ninguna herramienta. Me cambiaba antes de subir. Luego los guardas me ayudaron y me dejaron su caseta. Y en aquellos años, cuando empecé, teníamos un cuartito en la finca de Basollua. Los guardas se han portado muy bien y el Ayuntamiento, igual de bien.
¿En qué ha consistido, en estos años, su labor?
Yo estuve 19 años trabajando con una guadaña. Primero, con los dientes y luego, por mediación de Transportes Azkar, donde trabajaba, conseguí unas guadañas. Me siguen dando herramientas y ropa para trabajar todos los años. Luego, el alcalde Odón Elorza me dio una desbrozadora.
En estos 25 años ha colaborado con los guardas encargados del monte.
Con los guardas y con el Ayuntamiento. Este último me ha solido facilitar herramientas y ayuda, sobre todo cuando la hierba y la maleza han crecido demasiado. En estos casos, el Consistorio solía mandar a cuatro o cinco personas durante una o dos semanas que ayudaban a limpiarlo todo.
Ahora que el Gobierno de Donostia ha cambiado, ¿ha notado alguna diferencia en la ayuda que prestan?
Todo sigue igual. El nuevo alcalde incluso me regaló un reloj como reconocimiento.
¿Se emocionó por el homenaje que le hicieron hace un par de meses?
Sí, intentaba hablar pero no me salían las palabras. Quieres decir un montón de cosas, pero en el momento, no salen.
¿Cuando empezó se dedicaba a tiempo completo a la limpieza de los caminos?
En aquella época aún trabajaba en Transportes Azkar y me dedicaba a ello los fines de semana. Cuando me jubilé, comencé a trabajar en Ulia todos los días.
¿Cree que Ulia es un monte desconocido para los donostiarras?
Para mucha gente sí, aunque no tanto como antes. El nombre no era desconocido, pero sí el monte en sí.
¿Los caminos, por ejemplo?
Equilicuá. A muchos les falta conocer el monte como es. Esto es un paraíso. A la gente joven, a las cuadrillas, les vendría muy bien conocer Ulia.
¿Considera que Ulia tiene o le sobra algo?
Iba a decir un disparate pero no lo voy a decir. Iba a decir que le falta que lo respeten. Hoy en día se respeta mucho más que antes, pero aún queda mucho. Aunque eso no se puede conseguir así como así.
¿Hay grupos que se quejan de que la caza ensucia el monte?
En eso no me voy a meter.
¿Hasta cuándo va a continuar trabajando en la limpieza de los caminos?
Hasta que se apague la luz. Menuda preguntita (se ríe). Hasta que se apague la luz.
Fuente: http://www.noticiasdegipuzkoa.com
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