Vuelve la Orquesta Mondragón con las canciones de los Beatles reinterpretadas a través de los personales guiños de Javier Gurruchaga
'Imagine' es como un icono, un tótem para Javier Gurruchaga, como ha demostrado en decenas de ocasiones. Pero su devoción por esa canción y por todo lo que hizo John Lennon tiene su origen en su pasión por los Beatles desde que siendo un niño, escuchaba en una bolera de la Parte Vieja 'Yellow Submarine' y 'Obladi Oblada'. Cumplido en agosto del año pasado su sueño de tocar en The Cavern, el mítico local de Liverpool en el que comenzaron The Beatles, el donostiarra reinterpreta ahora con la Orquesta Mondragón y muchos amigos una personal selección de canciones del cuarteto.
-¿Por qué un disco de versiones de The Beatles?
-Todo empezó con una actuación que hicimos en el mítico The Cavern de Liverpool. La hermana de John Lennon, Julia Baird, nos había visto en una actuación benéfica que tuvo como leit motiv las canciones de los Beatles y nos invitó a ir a Liverpool a una semana de homenaje que se iba a realizar con motivo de los 50 años de las actuaciones del grupo en The Cavern, la International Beatle Week. Y allá fuimos en un viaje como de Berlanga.
-¿De Berlanga?
-Sí, nos pasó un poco de todo, un viaje de dos horas en tren se convirtió en uno de cinco con tres transbordos que ni en los tiempos de los Ferrocarriles del Urola. Creíamos que no llegábamos. Pero sobre todo porque se me desmitificó un poco la idea que yo tenía de Liverpool. The Cavern estaba muy bien, remozado adecuadamente y hubo muchos músicos de todo el mundo tocando en esos días, fue una experiencia muy buena, todo muy bien organizado, y fue emocionante cuando el 'speaker' nos presentó y empezamos con 'Cold Turkey'. Pero me decepcionó el ambiente de hooligan futbolero que ofrecía la ciudad ya a las cinco de la tarde. Yo no veía el espíritu de los Beatles por ningún lado, veías chavales con un 'pedal' impresionante nada más llegar a la estación y gente que les daba un poco igual lo de los Beatles y debían sonarles como momias del siglo pasado. Creo que en Liverpool no valoran lo de los Beatles. Pero como el concierto en sí y toda la experiencia de The Cavern fue estupenda, qué mejor que plasmarlo en un disco en estudio.
-Pero ya hay muchísimos discos de homenaje a los Beatles...
-Sí, han influido tanto en varias generaciones, como los Rolling Stones, que es normal. Pero hemos querido hacer nuestra propia selección de trece canciones que de alguna manera salen de este viaje que para nosotros fue muy especial y que hemos titulado 'Liverpool Suite'. De todas formas, siempre he incluido en mis repertorios en directo temas de los Beatles, algunos los he hecho a dúo, con artistas como Ana Belén entre otros. Cuando empecé, tenía que sacarme el carnet de variedades, y me examiné en La Perla, con un grupo que tenía entonces que se llamaba Calígula, y ahí ya tocamos dos canciones de los Beatles, 'Something' y 'I'm So Tired'. Y las dos las he grabado ahora en 'Liverpool Suite', así que es algo que viene de lejos... Con la Orquesta Mondragón también he tocado 'Back in the U.S.S.R.' o 'Lady Madonna'... En el disco he hecho una excepción, grabando una canción que en realidad es de John Lennon en solitario, 'Cold Turkey', pero pongo como excusa que todavía no se habían separado los Beatles cuando la hizo...
-¿Una vez más la Orquesta Mondragón se conforma como una reunión de amigos?
-He colaborado con José María Guzmán, todo un experto en los Beatles. También hay dos canciones con un músico donostiarra con el que comencé en los inicios de la Orquesta Mondragón, José Luis Lanzagorta, para hacer una versión muy especial de 'I've Got a Feeling', en plan Johnny Cash, más lenta, como él la quería. Michele McCain ha hecho ese blues negro que es 'Oh! Darling' También está Tony Carmona, un gran guitarrista que ha tocado muchos años conmigo, está Nacho Campillo de Tam Tam Go haciendo un trío conmigo y con Guzmán para 'Norwegian Wood'. Y hay una colaboración muy simpática, con Santiago Segura cantando 'Ob-la-di Ob-la-da'.
-¿Y el título de 'Liverpool Suite'?
-Es un guiño a 'California Suite', que es otra obra de un autor que ahora estoy interpretando en teatro en 'Los reyes de la risa', Neil Simon. En el viaje nos pasaron más cosas, en el hotel que habíamos reservado había overbooking, no encontrábamos sitio para cenar, en fin, un lío como su fuéramos unos cómicos del siglo XIX completamente acabados. Y ese título era un guiño a la suite de hotel que ansiábamos y también a la música clásica.
-¿Ha conocido alguna vez a Yoko Ono?
-No, y me gustaría, porque aunque todo el mundo dice 'esa, esa fue la responsable de la separación', yo como fui tan fan de los Beatles y especialmente de John Lennon, me gustaba todo lo que tuviera relación con él. Hasta me compré unas gafas redondas como las suyas cuando en San Sebastián no se veían y parecían algo extravagante, me las compré en Bayona. Yo creo que Yoko es una artista conceptual interesante, he visto exposiciones suyas que me han gustado. Ahora parece que la están dignificando, ya tiene 80 años y se conserva estupendamente. Pero es verdad que las caras B de los singles de la Plastic Ono Band eran un poco insufribles. Pero 'The Ballad of John And Yoko' es una canción de los Beatles estupenda.
-¿Recuerda cuándo escuchó por primera vez a los Beatles?
-Sí, y fueron dos canciones que cantaba Ringo, curiosamente, 'Ob-la-di, Ob-la-da' y 'Yellow Submarine'. Había una bolera cerca del colegio de Los Ángeles donde yo estudié y ahí tenían un 'jukebox' donde sonaban esas canciones, porque yo no tenía tocadiscos ni nada, solo podía oir la radio. Primero me atrajo la música negra, Aretha Franklin y Otis Redding, pero enseguida también los Beatles y el 'Satisfaction' de los Rolling Stones.
-¿Era más de los Beatles que de los Rolling Stones?
-No, me gustaban los dos, luego me aficioné a los Rolling sin dejar a John y Paul. Sobre todo tenía devoción por John, a George no le hacía mucho caso. Y no hay que olvidar que los Rolling empezaron tocando 'I Wanna Be Your Man' de los Beatles, y es la canción con la que arrancaban los conciertos del 50 aniversario. Creo que son compatibles los dos.
-¿Escucha música actual?
-No mucha, lo que se oye por ahí, pero con el tiempo he vuelto a las raíces, a la música clásica, porque yo empecé a estudiar solfeo y saxofón en el Conservatorio de San Sebastián. Así que he vuelto al barroco, a Bach, a Beethoven, al romanticismo, también me he acercado a la música rusa de Prokofiev y Shostakovich. También escucho mucho jazz, como siempre, Oscar Peterson, Cannonball Adderley... Pero si veo que sale alguien como Adele, que cantan un poco como Shirley Bassey la canción de James Bond, pues también me gusta. Pero me encanta reescuchar a Neil Youg y David Bowie.
-¿Cuando empezó pensaba que casi 40 años después seguiría haciendo rock & roll en un escenario?
-Siempre me gustó esto, empecé haciendo imitaciones, me gustaba imitar a Elvis Presley, quien por cierto ninguneó un poco a los Beatles, quizás porque ellos también le imitaban de alguna manera. Cuando iba con mi amatxo a la peluquería, mientras le hacían el cardado yo escuchaba la radio que estaba encendida y me gustaban oir a Elvis Presley y Louis Armstrong, y me gustaban las voces negras y graves. En cambio, John Lennon tenía una voz más bien aguda. Pero nunca he pensado qué estaré haciendo en el futuro, nunca sabes, la carretera es tan impresvisible... Hace veinte días estaba yo cantando con Sara Montiel en una radio y quién iba a decir que se iba a morir en unos días, aunque estaba un poco desmejorada Maria Antonia, todo hay que decirlo. Todo es imprevisible y yo estoy encantado luchando con mi teatro, en 'Los reyes de la risa', con un proyecto de una película en México sobre Cantinflas en la que voy a hacer de empresario y voy a cantar un bolero de Bola de Nieve, y con los conciertos que pueda dar con la Orquesta Mondragón... Ahí estamos, en la carretera, como los Rolling, salvando las distancias, nadie quiere tirar la toalla en esta profesión. Con mayor o menor fortuna, seguimos luchando, empecé trabajando en un banco, pero sigo haciendo lo que me gusta, los tiempos están difíciles pero estoy encantado de poder seguir cantando 'Revolution'.
-¿Se imagina que hubiera estado estos años vendiendo preferentes, y cosas así?
-Ya, a veces me encuentro con algunos compañeros del banco y me da una pereza... Qué quieres que te diga, prefiero estar cantando a los Beatles y subiéndome al escenario de un teatro.
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