El juego de palabras del título es ingenioso: puede significar tanto “el espacio entre nosotros”, como “el espacio dentro de Estados Unidos” (donde esta gira fue filmada), o aludir al espacio exterior. La escena es conmovedora: desde el escenario de Annaheim, California, Paul McCartney toma contacto con una nave espacial en órbita a la Tierra, y transmite un tema ("English Tea"), a la vez que por las pantallas se ven las imágenes en vivo y en directo de los astronautas, saludados por la audiencia. Es uno de los grandes momentos en este DVD recién lanzado en Argentina, pero no es el único, y de hecho esta filmación se especializa en ellos: muchos inserts del público en estado de éxtasis, histeria o emoción plena; una buena parte de los enfocados son caras conocidas (actores, músicos, personalidades). Hasta Bill Clinton aparece hablando de Paul McCartney. Esto trae un aire de grandiosidad que distrae de lo que debería ser el foco principal, o sea la música. No es necesario que todo el tiempo se le restriegue al espectador la importancia de Paul McCartney. Lo que más conmueve es la emoción unánime que recorre a los diferentes públicos de segmentos etarios completamente diferentes cuando Paul arranca con un clásico de The Beatles. A su lado tiene la mejor banda de acompañamiento posible; grandes músicos sin grandes nombres (Rusty Anderson. Brian Ray, Abe Laboriel Jr., y Wix Wickens) que tocan con ganas e inspiración, y que respetando los mandamientos clásicos también agregan una genuina cuota personal. El repertorio es colosal desde la apertura con “Magical Mystery Tour”, pasando por “Eleanor Rigby”, “Hey Jude”, y “Let it Be”, sin olvidar canciones menos famosas pero geniales como “For no one”, “I will”, “Good day sunshine”, “Fixing a hole” y joyitas como “Till there was you” y “Please, please, me”. También hay una selección de temas del repertorio solista de Paul y de su etapa con Wings. La puesta en escena es apoteótica y las fallas fueron debidamente documentadas. Paul cuenta como aparece un piano de un agujero a sus espaldas y como en un show lo olvidó... y cayó en el agujero, momento que también fue filmado e incluído. Otros agregados dan cuenta de la relación de Paul con su equipo de músicos, con la gente y con la crew numerosa que lo acompaña a todos lados. Más que un documental sobre una gira y un músico considerado un “Bach del siglo XX”, The space within us, es toda una experiencia de principio a fin, en la que uno puede observar a un tipo de 63 años que lejos de rechazar la nostalgia y querer demostrar su vigencia actual (cosa que por otro lado hizo con su último álbum, el exquisito Chaos and creation in the backyard), no escatima esfuerzos en hacer feliz a una audiencia y provocando esa conexión única que solo ha logrado una obra tan monumental de The Beatles. Como resume el cineasta y ex periodista Cameron Crowe: “Paul McCartney no se burla de vos”. En tiempos tan cínicos, muchas estrellas de menor calibre deberían seguir su ejemplo.
Sergio Marchi
No hay comentarios:
Publicar un comentario