sábado, 25 de agosto de 2007

Un recorrido por 'Memory Almost Full', el nuevo trabajo discográfico de Paul McCartney

El ex Beatle ya cumplió 65 años. Una edad a la cual, digamos hace 40 años, era buena para estar retirado, recogido, definitivamente viejo. Eso ya no aplica. Mire no más a su alrededor.
Escribió hace más de 40 años 'When I'm 64', y con su inocencia juvenil imaginaba cómo sería tener 64 años: sentado frente a la chimenea con copa de vino en mano, con la esposa tejiendo mamelucos y apenas consultado por hijos y nietos sobre temas triviales. Ese vino es el que le regalaron de cumpleaños, pues qué más se le puede dar al viejo... Ahora el ex Beatle demuestra hasta dónde a los 60 y tantos años se puede, o se debe, ser vital, vigente, productivo, creativo y activo.
'Memory Almost Full' es el título de su nuevo disco, que es el más interesante en muchos, muchos años. McCartney se decidió por un álbum que claramente es un disco personal, grabado en la comodidad de la casa, prácticamente sin aportes externos. Suena a grabación realizada aislada del mundanal ruido. Pero es un disco donde no faltan las experimentaciones, complejas construcciones que evocan los setenta, la época de su grupo 'The Wings', y en algunos momentos hay sonidos que me recordaron el llamado 'Álbum Blanco' y lo que los Beatles produjeron en 1965 y 1966.
El disco abre con el descaradamente comercial pero delicioso 'Dance Tonight', con la marcante batería sobre la que Sir Paul coloca una bien tocada mandolina. El video, que hace días podía ser visto en la página de Internet youtube.com, incluye a la bella Natalie Portland, como hermosa fantasma que baila por toda la casa.
Morbosamente, muchos esculcan el disco buscando esas referencias a su ex esposa Heather Mills. Y hay un par de temas que podrían hablar de ella, como 'Gratitude' y 'See your sunshine', donde contrariamente a lo supuesto, muestra más agradecimiento, amor y nada de resentimiento.
Tal vez por primera vez McCartney reflexiona sobre la muerte en 'End of the end', donde dice que al llegar al final, realmente es el comienzo de un viaje a un lugar mucho mejor... Inusual, para decir lo menos en un hombre que poco había hablado de temas que no fuesen terrenales. Subido hace rato al sexto piso, siente nostalgia. En 'That Was Me', 'Vintage Clothes', evoca el pasado, su infancia. Pero al margen del contenido lírico, lo más interesante es lo que hace musicalmente. 'Only mother knows' arranca con una sección de cuerdas que estallan en una guitarra que recuerda 'Jet' de mediados de los 70. 'Mr. Bellamy' y 'Gratitude' recuerdan musicalmente esa maravillosa etapa de Beatles de álbumes como 'Rubber soul' y 'Revolver'.
Qué bueno escuchar al más grande músico popular de siglo XX recuperando la guitarra eléctrica, y cómo suena de bien en 'Nod of your head', 'That was me' y 'You tell me'. Aunque se siente que trabajó bajo el peso de su trascendencia artística, el disco no suena a lo hace medio siglo supondría ser envejecido trabajo de sextagenario.


Por Manolo Bellón
Fuente: www.eltiempo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario