martes, 1 de abril de 2008

Adiós al verdadero quinto beatle


La leyenda del quinto beatle sigue y sigue. Para contribuir a la polémica, el autor de estas líneas le rinde un homenaje a Neil Aspinall, quien debería ocupar tan acariciado nombramiento.
Su nombre puede decir muy poco o incluso nada para la mayoría de los millones de seguidores de los Beatles alrededor del mundo. Sólo los fanáticos de cepa, los admiradores hardcore de los de Liverpool, conocían su nombre y lo que este británico, nacido en 1941, significó para John Lennon, George Harrison, Paul McCartney y Ringo Starr. Nadie más cercano a ellos durante los once años que el cuarteto se mantuvo más o menos unido (1959-1970), ni siquiera Brian Epstein o George Martin. Así, mientras muchos alegan que estos dos o Pete Best, Stu Sutcliffe, Klauss Voorman, Mal Evans, Tony Sheridan, Richard Lester, Billy Preston o incluso Yoko Ono son el “quinto beatle”, si se trata de ser justos, el título debe otorgarse a Neil Aspinall y a nadie más.La noticia ocupó breves y discretos espacios en los medios de comunicación del planeta: Aspinall murió el pasado 24 de marzo, en la ciudad de Nueva York, víctima de cáncer de pulmón. Tenía 66 años. De chofer de los Beatles en sus primeros tiempos (aunque antes había sido compañero de escuela de McCartney y Harrison en el Liverpool Institute) a productor musical y ejecutivo discográfico (llego a ser la cabeza de la disquera Apple), la carrera de este peculiar personaje tuvo muchas aristas interesantes y por demás reveladoras.Neil Aspinall comenzó desde abajo. Su primer trabajo al lado de los Beatles fue como conductor de la camioneta Commer en la cual se desplazaban para presentarse en The Cavern y algunos otros antros, como el club Casbah. También era asistente personal de los músicos y no tardó en convertirse en su road manager. Todo ello, mientras terminaba su carrera como contador, misma que habría de serle muy útil en el futuro.Aspinall se hizo muy amigo del primer baterista del cuarteto, el hoy casi olvidado Pete Best, y se instaló en un cuarto de azotea de la casa donde éste vivía. Pero en realidad se hizo más amigo aún de la mamá de Pete, Mona Best, a quien logró enamorar aprovechando las largas ausencias de su esposo y a pesar de que la buena señora bien hubiese podido ser su madre (le llevaba 19 años). La relación fue tan seria que hasta tuvieron un bebé (Vincent Roag), aunque fue registrado como hijo del matrimonio Best. Para colmo, justo a las tres semanas de que el niño naciera, los Beatles corrieron a Pete del grupo (por mal baterista, no por las calenturas de Aspinall, quien decidió terminar entonces su romance con la ardorosa dama). Fue Neil Aspinall quien llevó al cuarteto a Londres para su primera audición en Decca Records, en 1961. Sin embargo, el joven chofer se perdió en el camino y la travesía duró diez largas horas. Eso por poco les cuesta que los estirados ejecutivos de la disquera les negaran la prueba. Aspinall logró toda la confianza de Brian Epstein cuando éste se convirtió en el manager de los Beatles. Neil se encargaba de todo lo que Brian necesitaba para sus muchachos. Cuando el grupo hizo su primera gira por los Estados Unidos, George Harrison fue presa de la fiebre y durante los ensayos para el programa de Ed Sullivan, Aspinall tomó su lugar, aunque no sabía tocar la guitarra. En 1967, Neil fue el encargado de conseguir la mayoría de las fotos de los personajes que aparecen en la portada del Sgt. Pepper, diseñada por Peter Blake. Fue el propio Aspinall quien dio la idea para que el disco comenzara con la introducción del Sargento Pimienta como presentador y la inclusión del reprise casi al final del plato. El hombre no era músico, pero hizo coros en “Yellow Submarine”, tocó un tambor hindú en “Within You Without You”, la armónica en “Being for the Benefit of Mr. Kite!” y percusiones en “Magical Mystery Tour”.Luego de la muerte de Brian Epstein, Neil Aspinall se convirtió en el manager virtual de los Beatles y en 1968, éstos lo nombraron “provisionalmente” director general de la corporación Apple, pese a la oposición de George Martin al respecto, pues con mucha razón alegaba que Aspinall no tenía la experiencia y la preparación para desempeñar semejante cargo. El tiempo le daría la razón. La administración de Apple fue tan caótica que casi cayó en la ruina y Neil fue reemplazado por Allen Klein, quien resultó peor aún. Aspinall fue entonces reinstalado en su puesto, donde permaneció hasta 2007. Fue él quien produjo la famosa The Beatles Anthology.Casado desde mediados de los sesenta con su esposa Suzy, padre de cuatro hijos, Neil Aspinall acaba de partir de este mundo y desde el cielo con diamantes exige que se le considere como lo que fue: el verdadero y único quinto beatle.


Hugo García Michel
Fuente:
www.milenio.com

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