viernes, 25 de abril de 2008



Paul McCartney se ha visto arropado por sus hijos, por otros miembros de la familia de los Beatles (Ringo Starr y la viuda de Harrison) y diversos famosos con los que mantiene una estrecha relación (George Michael y Kate Moss, entre otros) cuando se cumplen diez años de la muerte de su esposa Linda, fallecida el 17 de abril de 1998.
McCartney la ha querido recordar con una exposición fotográfica que, aunque pequeña -sólo cuenta con 28 fotos-, recoge bien el estilo y los temas del arte fotográfico de quien fue una de sus mayores inspiraciones. A la hora de rememorarla, la imagina con la cámara. «Uno de mis grandes recuerdos de Linda es el modo como cogía la cámara. Tenía unas manos muy elegantes, largos dedos, y la manera como sus dedos enmarcaban la cámara era algo elegante y de experto», escribe el ex beatle en el catálogo de la exposición.
La muestra, abierta en la galería James Hyman de Londres hasta el 7 de junio, incluye tres autorretratos de Linda, imágenes de la vida familiar de ella con Paul y sus hijos, e instantáneas tomadas a cantantes durante sus ensayos y actuaciones. Una de estas últimas presenta a McCartney y Lennon en un receso durante una grabación en 1969 en los estudios de Abbey Road.
«Se puede ver cómo John y yo disfrutamos trabajando juntos. Obviamente para mí, ahora que él ya no está, es muy valioso que se recuerde nuestra relación de trabajo. Se puede ver por nuestras caras y expresiones que no somos molestados por el fotógrafo. Creo que ése fue otro de los grandes secretos de Linda, su habilidad para diluirse en el entorno», anota en el catálogo.
Destaca en la selección realizada entre el cantante y Mary, hija de ambos y también fotógrafa, un curioso autorretrato realizado por Linda en 1997, pocos meses antes de su fallecimiento। En él aparece de negro, reflejada de un espejo, de pie en un rincón del estudio en el que había vivido y trabajado el pintor Francis Bacon hasta su muerte. «Estaba enferma en ese momento, pero vino con nosotros al estudio de Bacon. Es un momento muy tranquilo. Simplemente ella sola», apunta McCartney, como simbolizando su amor al mundo del arte y su próxima desaparición personal.


POR EMILI J. BLASCO
Fuente: www.abc.es

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