Ron Wood relata en un libro su infierno con el alcohol y las drogas

El guitarrista de los Rolling Stone, aseguró que aún tiene mucho para ofrecer. “No veo la razón para tirar la toalla”, comentó. El recuerdo de Lennon.

A los 61 años, el guitarrista Ron Wood escribió los recuerdos de su vida que sobrevivieron a través de los años al alcohol y las drogas. En “Memorias de un Rolling Stone” confiesa que los miembros de la banda a veces se sienten prisioneros en una cárcel de oro, un lugar de muros muy altos y que sin su familia se hubiera vuelto loco.Wood nació en una familia de “gitanos acuáticos” del Támesis. La música, el alcohol y la afición a los problemas son hereditarios: su padre no salía sin su armónica y se lo encontraba a menudo durmiendo la borrachera sobre la huerta de su casa. Ganó su primer sueldo en una carnicería y pintando carteles; una tabla de lavar fue su primer instrumento y el escaparate de una tienda, su primer escenario. Formó parte de otras bandas y tuvo la suya Faces, hasta convertirse en miembro permanente de los Rolling Stones en 1976, y entrar al mundo de los aviones privados con chicas desnudas corriendo por los pasillos y giras mundiales como un circo ambulante. En una parte del libro, el músico cuenta: “una vez en Nueva York, John Lennon y Yoko Ono tocaron la puerta de mi habitación en un hotel. Al entrar, el beatle le dijo a su mujer: ‘tú, a lo tuyo’. Mientras ella se dirigió a una silla en un rincón y se puso a tejer, el cantante le preguntaba a Keith Richards: ¿cuál es la droga del día? Era la heroína”. Más adelante, reveló que tanto Richards como él, utilizaron el electroshock para salir del infierno de las adicciones. Pero, más allá de las drogas, su verdadero problema fue siempre el alcohol. Recién en el 2002 hizo su primera gira completamente sobrio, pero también asustado. Sus habitaciones ya no son lo que eran, ahora se sienta a ver series como “CSI” tras los conciertos. Wood termina su libro asegurando que no está acabado y que la banda volverá a salir de gira. “Siento que todavía nos queda mucho que ofrecer y no veo razón para tirar la toalla”, dijo. Además, asegura que va a activar una diminuta bomba de relojería que se aloja en la cabeza, y escribirá una novela dentro de poco, aunque no contó de qué tratará.

Fuente: www.lagaceta.com.ar