domingo, 5 de julio de 2009

Muere Allen Klein, ex manager de los Beatles y los Rolling Stones




Durante 50 años fue una de las figuras más poderosas en el mundo de la música y amasó una importante fortuna.- Su empresa ABKCO Music & Records tiene los derechos de grabaciones de los Rolling Stones, de los Animals o los Kinks.

Uno de los empresarios más famosos de la industria discográfica, Allen Klein, reconocido por ser manager de los Rolling Stones y de los Beatles en la etapa inmediatamente anterior a su disolución, falleció ayer sábado en Nueva York a los 77 años de edad tras una larga lucha contra el Alzheimer.

Durante sus más de 50 años de carrera, este destacada figura en la sombra de la música nacido en Nueva Jersey, se ganó la reputación de astuto e influyente. Fue muy criticado por muchos, pero también logró importantes concesiones de las discográficas que hicieron ricos a sus clientes. "No me hables de ética. Todos van a lo suyo. Es como una guerra. Eliges tu bando al principio y a partir de ese momento empiezan a dispararte. Aquel a quien derrotes será quien te acuse de falta de ética", afirmó en una entrevista concedida a la revista Playboy en 1971. Ni siquiera la condena a dos meses de prisión por evasión fiscal en 1979 dañó significtivamente su prestigio.
Su empresa, ABKCO Music & Records, es uno de los sellos independientes más importantes de una industria controlada por las multinacionales. El portavoz dijo que la firma seguiría bajo el control de la familia de Klein. Dos de los hijos del ex contador trabajan en la compañía, siendo su hijo Jody quien dirige ABKCO. (Las siglas son por Allen y Betty Klein -su esposa- Co.). Entre los activos de la empresa, que queda en manos de sus hijos, están grabaciones de los Rolling Stones, de los Animals o los Kinks.
En el comienzo de su carrera se centró en el cobro de royalties que las discogáficas escatimaban a clientes como Bobby Darin o Connie Francis, pero su primer gran cliente fue la estrella del soul Sam Cooke, para el que negoció en 1963 un jugoso contrato que además le permitiría controlar como pocos su propio repertorio. Dos años después, tras gestionar parte de la Invasión Británica en Estados Unidos, fue contratado por los Rolling Stones, para los que renegoció su contrato. Entre 1965 y 1970 representó a Sus Satánicas Majestades, quedándose con el 20% de sus ingresos. Tras estos años los Stones quisieron deshacerse de él, pero ésto sólo sería posible cediéndole los derechos de las grabaciones originales de canciones que ya son himnos como (I Can't Get No) Satisfaction o Jumpin' Jack Flash.
Tras los Rolling Klein puso sus ojos en los Beatles, el otro gran grupo británico de la época. A principios de 1969 ya había convencido a John Lennon y poco después George Harrison y Ringo Starr también apoyaron su contratación, pero Paul McCartney se negó rotundamente por preferir como representantes a su suegro, el abogado de Nueva York Lee Eastman.
Tras una serie de complejas maniobras Klein logró el sí del cuarteto de Liverpool, pero no consiguió hacerse con los derechos de sus canciones, algo que logró finalmente Michael Jackson 16 años después. Klein negoció en 1970 un nuevo contrato para los Beatles, pero las relaciones dentro del grupo fueron deteriorándose hasta su disolución en ese mismo año.
Al igual que con los Rolling Stones, Allen Klein acabó su relación con el cuarteto de Liverpool en los tribunales en los tribunales y algunos de los seguidores de los Beatles apuntan a Klein como una de las causas que contribuyó a las tensiones que llevaron a Paul McCartney, Ringo Starr, George Harrison y John Lennon a separarse. No obstante, posteriormente, Klein siguió trabajando con Lennon y Yoko Ono, y ayudó a Harrison a organizar su Concierto por Bangladesh para recaudar fondos para UNICEF.
Klein, casado y con tres hijos, será enterrado el próximo martes en Nueva York.


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El infame empresario discográfico Allen Klein, quien tuvo un papel clave en la disolución de los Beatles y logró el control sobre algunas de las canciones más famosas de los Rolling Stones, murió a los 77 años en Nueva York el sábado tras una batalla con el Alzheimer, informó un portavoz.
Durante una carrera que se extendió por más de 50 años, el ex contador de Nueva Jersey logró una reputación de ser un astuto personaje. Sus despiadadas prácticas en los negocios fueron vilipendiadas por muchos, pero se ganó un reticente respeto por obligar a sellos discográficos a hacer acuerdos millonarios con sus clientes.
"No me hablen de ética", dijo a la revista Playboy en 1971. "Cada hombre se hace a sí mismo. Es como una guerra. Se elige el lado primero y desde entonces, se reciben disparos. El hombre al que le disparas probablemente diga que no tienes ética ¿Y qué?".
Su reputación no fue dañada cuando lo sentenciaron a dos meses en prisión en 1979 por evasión tributaria.
Dijo una vez que John Lennon lo contrató para proteger sus intereses al interior de los Beatles debido a que él y su esposa Yoko Ono querían un "'verdadero tiburón' -alguien que mantuviese alejados a los otros tiburones".
Su empresa, ABKCO Music & Records, es uno de los mayores sellos independientes en una industria controlada por corporaciones multinacionales.
El portavoz dijo que la firma seguiría bajo el control de la familia de Klein. Dos de los hijos del ex contador trabajan en la compañía, siendo su hijo Jody quien dirige ABKCO. (Las siglas son por Allen y Betty Klein -su esposa- Co.)
Sus activos incluyen grabaciones de los Rolling Stones, the Animals, Herman's Hermits, Bobby Womack, the Kinks, Chubby Checker, Bobby Rydell y muchos otros.

El brazo editorial posee más de 2.000 derechos de autor, que incluyen a composiciones de Mick Jagger y Keith Richards de los Rolling Stones, Cooke, Womack, Ray Davies de los Kinks y Pete Townshend de the Who.
DESDE SAM COOKE A LOS BEATLES
Klein irrumpió en la industria de la música realizando informes de auditorías a sellos que representaban a clientes como Bobby Darin y Connie Francis. Cuando descubría que se les debían derechos de autor, tomaba un porcentaje de la diferencia como honorarios.
Su primer gran cliente como manager fue Sam Cooke, para el que negoció un lucrativo acuerdo de grabación en 1963 que le dio a la estrella del soul un control inédito sobre su propio catálogo.
Klein, que ya era representante de artistas de la "Invasión Británica" como the Animals, Dave Clark Five y Herman's Hermits, fijó la mira sobre los Rolling Stones, que tenían dificultades bajo un oneroso acuerdo.
Renegoció su acuerdo en 1965, y terminó manejando al grupo por cerca de cinco años - tomando honorarios de un 20 por ciento.
Los Stones eventualmente se cansaron de Klein. Pero el único modo de librarse de él era entregar los derechos de sus grabaciones "master" y derechos de canciones tan grandes como "(I Can't Get No) Satisfaction" y "Jumpin' Jack Flash".
"En algunos sentidos Allen Klein era un adelantado a su tiempo", dijo Jagger en el documental del grupo de 1989 "25x5". "Duramos cerca de tres o cuatro año con él, realmente, mediante las ramificaciones eso sigue hasta ahora".
Richards fue más filosófico, describiendo su experiencia con Klein como "el precio de una educación".

Pero entonces, Klein estaba concentrado en el premio mayor, los Beatles. Ofreció su ayuda a Lennon a comienzos de 1969, cuando el idealista sello del grupo, Apple Corps, estaba drenando las arcas de la fracturada banda.
George Harrison y Ringo Starr lo recibieron bien, pero Paul McCartney se opuso fieramente. Prefería la experiencia legal de su suegro, el abogado de Nueva York Lee Eastman.
En medio de una serie de complejas maniobras que todavía tienen consecuencias, Klein trató infructuosamente de asegurar el control sobre los derechos de autor de los Beatles en favor del grupo. Michael Jackson terminó teniendo los derechos 16 años después.
Klein sí consiguió un buen acuerdo de grabación para los Beatles, pero las relaciones al interior del grupo estaban rotas y se disolvió en 1970.
Ese año, Harrison "honró" a Klein en una versión inicial de su canción "Beware of Darkness", con la línea "cuidado con ABKCO". "Podría haber terminado siendo profético. Pero en ese momento era sólo un pequeño chiste", dijo Harrison a Reuters el 2000.
De hecho, Harrison y Klein se reunieron en 1971 para organizar el Concierto para Bangladesh, evento con la colaboración de grandes estrellas, en el Madison Square Garden, en Nueva York. Tomó una década que los fondos llegasen a los refugiados debido a complejos problemas legales.
Además de su esposa e hijos, a Klein le sobrevive su novia de muchos años, Iris Keitel, ejecutiva de ABKCO.

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