En 2002, un grupo de periodistas colombianos estaba cenando en el exclusivo
restaurante The Forge, en Miami, cuando se percataron de la presencia de Paul McCartney, quien se encontraba acompañado de su entonces
novia, la modelo Heather Mills.
Uno de los comunicadores le hizo llegar una nota a su mesa. Él, aunque
sorprendido por el saludo y el papel, respondió amablemente y les hizo saber que
conocía de Colombia, del conflicto que estaba viviendo el país, que todo eso era
muy triste. Les manifestó, además, que si las condiciones no fueran tan
difíciles le gustaría venir al país. Y antes de irse no olvidó despedirse del
grupo.
Por situaciones como ésta, el ex beatle se ha ganado la fama de hombre
sencillo, nada presumido, descomplicado, de bajo perfil. Y esto lo demuestra
fuera y dentro de los escenarios.
Así lo corrobora el productor y locutor de Radiónica FM Web y del Expreso del
Rock, Andrés Durán, quien tuvo el “placer” de verlo en 2009, en el Festival de
Coachella, en Los Ángeles, California. “Sonora y tecnológicamente su espectáculo
es lo máximo, sólo comparado con el de los Rolling Stone”.
En concierto, agrega el productor y locutor bogotano, “tiende a ser muy
jocoso, hace muecas, no es acartonado. Es muy risueño, maneja muy bien el humor.
Sus manos hablan por él, lo hace reír a uno. Al ir finalizando la presentación
juntaba las manos y las ponía en su rostro en señal de que ya tenía que irse a
dormir. Siento que se está haciendo tarde para verlo, esta es una oportunidad
que no hay que perder”.
El profesional hace referencia al concierto que en abril 19 ofrecerá el
afamado y el más rico de los ex Beatles, en el estadio
El Campín, de Bogotá,
y al que se espera, como lo manifestó Martha González, jefe de prensa de una de
las empresas organizadoras del show, la asistencia de unas 30.000 personas que
tendrán que pagar por la boleta más económica alrededor de $78.000 y por la más
cara $800.000.
Sus fanáticos en Cali ya están que arman programa. Como lo hace el productor
y compositor Alberto Ramírez, seguidor no sólo de Los Beatles desde los 13 años
sino de la vida como solistas de los ex integrantes del cuarteto de
Liverpool.
Este caleño así como habla con gran propiedad de las virtudes y logros
musicales de Paul McCartney -dice que sus canciones se oirán dentro de cien años
como se hace hoy con los temas de Mozart-, también conoce al dedillo la vida
personal, aspectos curiosos del músico y hasta sus defectos.
Relata Ramírez que McCartney y Lennon tenían corazones muy parecidos, eran
almas gemelas, sin embargo se pelearon mucho. “Tan es así, que cuentan que una
vez que discutieron en el 66, Paul salió iracundo del estudio, se montó en su
carro y unos kilómetros más adelante chocó su vehículo pues llovía y había mucha
bruma”. Desde ahí arrancó la historia de que Paul había muerto y fue suplantado
en secreto por otro en el grupo. “Pero quien en realidad murió fue un amigo de
él al que le había prestado el carro ese día”.
Manolo Bellón, experto en Los Beatles y autor de un libro sobre esta banda,
recuerda también esta historia a la que considera un mito urbano, “que está
totalmente revaluado hace mucho tiempo, porque él no estaba en Inglaterra cuando
supuestamente ocurrió el accidente donde él dizque murió. Él estaba en un safari
en el África y los pasaportes lo demuestran”.
Bellón, quien califica a McCartney como el artista popular más importante del
Siglo XX, coincide en recordar, como lo hizo Ramírez, la vez en que Paul fue
arrestado en Japón (1980) por posesión ilegal de droga. “Estuvo nueve días
encanado”.
El hombre que en dos oportunidades le pidió a la reina Isabel que legalizara
la marihuana y que escribió canciones casi apologéticas a las drogas, como
recuerda Ramírez, entró la hierba al país nipón metida entre los tubos de los
amplificadores de sus equipos, pues él se presentaría en doce ciudades
japonesas.
Él sí dio a conocer ampliamente que había probado LSD, la heroína y la
cocaína, explica Ramírez. Sin embargo, fue más consumidor de marihuana, pero la
dejó cuando conoció a Heather, pues ella, quien se declaraba una mujer libre de
droga, así se lo exigió.
También tuvo que ver con el cambio del artista su amor y respeto por su hija
Beatrice, hoy de 8 años, fruto de su enlace con Heather Mills. “He fumado lo
mío, pero cuando estás criando a un niño tu sentido de responsabilidad aprieta”,
dijo.
Fuente:
http://www.elpais.com.co
No hay comentarios:
Publicar un comentario