miércoles, 28 de marzo de 2012

El papel de los Beatles

¿A quién cantan? ¿A quién invocan? ¿Se lo están diciendo a Dios? ¿Por qué no lo nombran? ¿A una chica? Un “darling” no vendría de mal.

Los Beatles lo tenían. ¿Quiénes eran? «Los Beatles empezaron actuando a finales de la década de 1950 en clubes de jazz en Inglaterra y Alemania Occidental. Estos clubes siempre estaban ubicados en los barrios más sórdidos de las ciudades y servían como mercado para la prostitución y para la circulación de drogas.» (Donald Phau, The Satanic Roots of Rock)
El biógrafo de los Beatles, Philip Norman, afirma que: «El único sitio donde actuaban de forma regular era un local de striptease. El propietario del club les pagaba diez chelines a cada uno para que aporrearan sus guitarras mientras una bailarina llamada Janice se desprendía tristemente de sus ropas frente a un público formado por marineros, empresarios con sentimiento de culpa y habituales con la gabardina encima del regazo.» (Philip Norman, Shout! The Beatles in Their Generation, p. 81)
La primera gran oportunidad de la banda se produjo en Alemania, en agosto de 1960, cuando un club de jazz del famoso barrio hamburgués de Reeperbahn los contrató. Al describir la zona, Norman afirma que tenía ventanas iluminadas con luz roja en las que había putas con todo tipo de vestidos extraños, de todas las edades, desde lolitas a abuelas… Todo era gratis. Todo era fácil. El sexo era fácil… Allí el sexo iba a por ti.»
«Lejos de la imagen de inocencia que suelen proyectar, los Beatles, incluso en sus primeras actuaciones, estaban siempre colocados con una droga llamada Preludin. John echaba espuma por la boca debido a todas las píldoras que se había metido…John empezó a perder el control sobre el escenario, a hacer cabriolas y a gruñir… El hecho de que la audiencia no entendiera una palabra de lo que decía hacía que se lanzara a gritar “Sieg Heil” y “Putos nazis”, a lo que el público respondía invariablemente con risas y aplausos.»
Fuera del escenario, los Beatles eran igual de malvados. Norman continúa diciendo: «Mientras estaban en Hamburgo, cada domingo John salía al balcón a provocar a los que iban a la iglesia de San José. Una vez ató un condón lleno de agua a una imagen de Jesús y la colgó afuera para que los que iban a misa pudieran verla. En una ocasión orinó sobre tres monjas.»
Fue su manager, un homosexual maniático depresivo llamado Brian Epstein, el arquitecto del radical cambio de imagen del grupo, que de una banda de matones de rock duro se convirtió en una «adorable y bonita sensación adolescente». La imagen «limpia» que Epstein –es decir, el Tavistock– comercializó les permitió entrar en los hogares de las familias de todo el mundo y, para el Tavistock, supuso una oportunidad de oro para capturar las mentes de toda la juventud del mundo. «Los Beatles, sin saberlo, se convirtieron en protagonistas de los planes del Nuevo Orden Mundial para probar el control mental de masas.» (Richard Warren Lipack, Epoch Moments and Secrets: John Lennon and The Beatles at the Mirror of Man’s Destinity, Barrister Publishers, 1996. )
«Durante dos domingos seguidos, algo sin precedentes, en el programa de Ed Sullivan, más de setenta y cinco millones de norteamericanos vieron cómo los Beatles agitaban la cabeza y movían el esqueleto en un ritual que pronto iba a ser copiado por cientos de futuros grupos de rock.» (Donald Phau, The Satanic Roots of Rock)
En definitiva, los Beatles, el grupo más parodiado y versionado de la historia de la música, fueron puestos ante el público norteamericano para que fueran descubiertos.
La diferencia entre Lepa Brena y los Beatles era que lo de Lepa Brena era más bien una casualidad, manifestando, eso sí, el alcance de la influencia de la televisión. Lo de los Beatles fue mucho más premeditado, diseñado, perseguido:
“Conozco el secreto para hacer que el norteamericano medio crea lo que yo quiera. Me basta con controlar la televisión… Pones algo en televisión y se convierte en real. Si el mundo de afuera de la tele contradice las imágenes, la gente empieza a intentar cambiar el mundo para que se parezca a lo que ve por la televisión…” (Hal Becker, Futures Group, 1981)
Harley Schlanger en Who owns your culture? (Fidelio 2003) afirma sobre Adorno: “la televisión suponía un medio ideal para crear una cultura homogénea, una cultura de masas, a través de la cual se pudiera controlar y confirmar la opinión pública de modo que todo el mundo en el país acabara pensando lo mismo”.
Propaganda, una descarada apología de un Gobierno Mundial Único publicada por Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud, decía con total claridad: “La manipulación inteligente y conciente de los hábitos y opiniones organizadas de las masas es un elemento importante en una sociedad democrática. Aquellos que saben manipular este mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el que realmente manda en nuestro país.”
Como el propio John Lennon ha dicho, un día estaban tocando versiones de canciones de otros grupos en bares mugrientos, en garitos de striptease y en clubes del Reino Unido y Europa, y al siguiente les presentaban a la reina de Inglaterra y a los jefes de gobierno de todos los países a los que iban.
¿Pero por qué o mejor dicho para qué los Beatles? Los últimos años 50 y principios de 60 fueron años de gran contestación social en América. Martin Luther King por ejemplo era capaz de convocar una manifestación a la que asistieron más de medio millón de personas.

Fuente: http://infocatolica.com

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