lunes, 13 de mayo de 2013

Brian Ray: "Paul siempre dice que con la música se juega, no se trabaja"

 
El guitarrista norteamericano Brian Ray es uno de los músicos de la banda de acompañamiento de Paul McCartney. En otras palabras, es un testigo en posición inmejorable para contrastar cómo el Beatle exuda vitalidad por el mundo, alternando viejos clásicos con temas del tramo final de su discografía.Ray podría haber estado entre nosotros si tanto Paul como sus productores hubieran elegido el Mario Kempes para su reciente gira sudamericana.
Lo cierto es que se decidieron por Goiania (Brasil) y desde allí, precisamente, se expresa este violero rubio, cuya cara habla de la improbable cruza entre Steven Tyler y Guido Süller.Sería irresponsable hacer descansar los antecedentes de Ray en esta humarada, por cierto, ya que sus contribuciones como músico de sesión son numerosísimas. Etta James, Smokey Robinson, Santana, Keith Richards, Joe Cocker y Paul desde hace 11 años son algunos de los nombres propios que se ampararon en el toque de Ray. Ray o el violero que también rinde como bajista y que ha hecho buenas migas con el músico argentino Fernando Blanco, a quien visitará en breve para mostrarse, obviamente, en una escala inferior a la del "estadio".
¿Es necesario para equilibrar el subidón de adrenalina de un Serra Dorada de Goiania tocar en un lugar pequeño? "Es muy divertido tocar en un club para pocos luego de hacerlo para 55.000 personas en un estadio. Hay que bajar un poco en un club, claro, porque allí se puede ser más sutil y el intercambio entre músicos permite cierta intimidad, cercanía. Pero ambas situaciones son por demás disfrutables", dice Ray, cuyo aporte al vivo de Paul puede mensurarse en los DVD's Paul McCartney in Red Square, The space within US y Good evening New York City.
-¿Recordás el momento exacto en que conociste a Paul? ¿Cómo fue?-Por supuesto. Hay cosas que no se pueden olvidar. Fue en el Hotel Windsor en Nueva Orleans, en un comedor privado con pinturas antiguas y largas cortinas de terciopelo rojo. Me sentía nervioso, y me di vuelta para otro lado cuando sentí el cambio de energía en la habitación al entrar. Me di la vuelta, insisto, y mientras lo hacía, Paul extendió su mano y dijo "hola, vos debés ser Brian". Él fue muy cálido y me dio la bienvenida con un brindis. Luego cenamos junto a otras 15 personas y se dio una buena conversación. Y la digestión la hice tocando el bajo en un tema suyo. Eso pasó hace 11 años.
-Has desarrollado una impecable trayectoria como músico de sesión? ¿Has dejado algún personal para desarrollar más allá de la edición de tu disco "Magnetto mondo"?-Sí, la grabación de mi primer disco solista fue un gran paso para mí. Siempre me ha gustado escribir y producir música, pero esto fue muy divertido. Al ser un lanzamiento independiente, podía hacer lo que quería. ¡Así que lo hice! Saldé cuentas con Magnetto mondo y estoy en paz, a la espera de una nueva posibilidad.
-¿Cómo se aborda la obra de Paul? ¿Él controla todo o deja espacio a los músicos para improvisar?-Paul deja espacio para que agreguemos nuestras propias personalidades durante los shows en vivo. Él sabe lo que está buscando y, por otra parte, es bastante obvio cuando hay "ganchos" musicales de sus discos, increíbles para ser honrados y tocados en vivo. Él te pide lo que quiere si no lo escucha, pero siempre en un tono agradable. Paul tiene un gran dicho "juguemos con la música porque con la música no se trabaja".
-¿Cómo describirías tu trabajo a Etta James y Smokey Robinson? ¿Conseguiste autonomía en estos casos?-Sí, grabé en tres álbumes de estudio con Etta James, incluyendo un álbum en vivo, Live from San Francisco, en la que soy un productor. Estoy muy contento de tener ese período de nuestra colaboración en mi expediente. One heartbeat, de Smokey Robinson, fue un gran golpe para mí. Yo había crecido escuchando y amando sus canciones y voz, así que fue un gran honor trabajar juntos una canción elegida por él. Escribimos lo que quisimos, pero intentamos hacerlo de acuerdo a la sensibilidad de Smokey. Al parecer, funcionó: One heartbeat fue  exitosa en todos los formatos; ahora, se acerca a 3.000.000 de reproducciones.
-¿Por qué no pasó por Argentina esta última gira sudamericana Paul?-Lo siento, no sé la respuesta a eso. ¡No es mi departamento!
-¿Pertenecés a una tradición guitarrística en particular?-La tradición de guitarristas rebeldes y autodidactas, supongo. Formé mi propio estilo escuchando a los grandes como Albert King, Peter Green, Jeff Beck, Duane Eddy, Jimi Hendrix, Ry Cooder y Clapton.
-¿Cuántas guitarras necesitás para afrontar un show de Paul?-Yo tengo cerca de siete u-ocho guitarras y bajos en cada cita. Pero viajo con 11, por si acaso.
-¿Cómo describirías a Paul cuando toca la guitarra?-Paul es muy expresivo para tocar, y siempre sorprende con fraseos impredecibles y con la elección de las notas. Basta con escuchar su solo en Taxman. Está tan plasmado ahí... (enuncia la expresión "It's so out there"). Hey, este es un buen nombre para un tour.

Por Germán Arrascaeta, en Twitter @gron

Fuente: http://vos.lavoz.com.ar


No hay comentarios:

Publicar un comentario