Llegar hasta la sala donde los Backstreet Boys esperan para ser entrevistados supone atravesar, además de los pertinentes controles de acceso, una marea de fans póster en mano (o disco, o cualquier cosa donde se pueda estampar una firma) apostada en la entrada de su hotel. Igualito que en los viejos tiempos. Bueno, igual igual no… A ellos se les nota que ya rondan (o en algún caso superan) los cuarenta, y ellas esperan sin gritar demasiado ni desquiciar tanto como antes al séquito de seguridad. Las partes contratantes han madurado pero siguen juntas, que es lo importante.
«Ha sido alucinante comprobar que la pasión por nosotros permanece tantos años después. Al llegar a España había fans en el aeropuerto, en la entrada de los platós de televisión, en el hotel…», dice Brian Litrell, el que más parece disfrutar de este regreso. «Además, ahora es mucho mejor que antes –interviene A. J. McLean, que ha sufrido una increíble transformación estética hacia una onda «nu-meta»–, porque es el primer material nuevo que sacamos en veinte años, y lo hemos editado por nuestra cuenta, con nuestro propio sello, todo bajo nuestra propia responsabilidad. Eso hace que nos podamos sentir más orgullosos». Como dice Brian, «lo mejor es no tener a una discográfica agarrándote por el cuello diciéndote hacia dónde tienes que ir».
«No hay nada que dé más satisfacción a un artista que controlar su propia carrera. No sé si este es el mejor disco de Backstreet Boys, pero sí que es el más personal, en el que realmente hemos sido nosotros al cien por cien», añade Nick Carter. Respecto al éxito comercial, Brian asegura que «fue maravilloso ver que alcanzábamos el nº1 de iTunes, pero también creo que a los músicos nos gusta que ya no manden tanto las listas de ventas. La felicidad ya no se mide en función de eso, sino de la relación con los fans a través de las redes sociales… El juego ha cambiado».
Dicen encontrarse muy bien anímicamente, que son más amigos que nunca y que el buen rollo impera en sus viajes transoceánicos. «Ya hemos pagado nuestras deudas, hemos aprendido del pasado», asegura Brian. «Y además, el hecho de que ahora no seamos sólo un grupo de cantantes, sino de empresarios y dueños de un sello, le ha dado una dinámica mucho más interesante a todo el proceso», opina Howie Gorough. Incluso superaron una disolución temporal de la formación original, cuando Kevin Richardson –algo ausente durante los cinco primeros minutos de charla– abandonó el barco en 2006. «Al principio creíamos que estaba de broma. Estábamos en un camerino antes de una actuación en Alemania y dijo: ‘‘Creo que no me apetece seguir en esto’’. Yo me reí en ese momento, pero iba en serio», dice Brian. «Cuando volvió nos acordamos de la canción de los Beatles “Hello Goodbye”, bromea Carter entre las risas de sus compañeros. Kevin parece tomarlo incluso con mejor humor, y se pone a cantar. “You say goodbye and I say hello’’». Más carcajadas. Definitivamente, hay buenas vibraciones.
Estrella pop en la era digital
El mundillo de las boy-bands, en el que Backstreet Boys ha tenido enorme influencia («demostrada porque hemos pasado el test del tiempo», indica Carter), no ha cambiado tanto como otras cosas en estos veinte años. Pero, si bien sigue patrones muy similares, los Backstreet Boys detectan ciertas diferencias. «Gracias a las redes sociales ya no hay que hacer tanta promoción física, ir repartiendo besos y apretones de manos en cientos de emisoras», dice Brian. Pero sobre todo «las boy-bands de hoy en día no quieren bailar», responden con unanimidad. Sin embargo, al preguntarles por sus boy-bands favoritas de todos los tiempos, entre los Jackson5, Temptations o los Four Tops surge el nombre de los Beatles.
En diez minutos cronometrados (y no es un decir) de entrevista no da tiempo a abrir el debate de si un grupo de chicos que tocaba sus instrumentos –¡y que no bailaba!– puede ser considerado boy-band, así que disimulando el estupor les preguntamos por sus próximos planes. «T, erminar de editar un documental sobre nuestro regreso y comenzar una gira mundial que pasará por España, en primavera», explica Kevin. «Y no te olvides del próximo disco», le dice A. J., «tenemos que empezar a pensar en qué dirección vamos a tomar».
Fuente: http://www.abc.es
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